Los padres del niño de Ujo enfermo de leucemia regresarán a Grecia para someterse a la fase final del proceso para fecundar un «bebé medicamento»
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Natalia Obraztsova y David Vázquez, junto a su hijo Javier Vázquez. j. r. silveira
Mieres del Camino,
J. VIVAS
Natalia Obraztsova y David Vázquez, acompañados por su hijo Javier, volverán a hacer las maletas en dos semanas. La familia de Ujo regresará a Grecia el 11 de marzo para someterse a la fase final del tratamiento para fecundar un «bebé medicamento» que pueda curar a Javier, enfermo de leucemia, gracias a un transplante de médula.
El proceso se inició el pasado mes de diciembre. Los padres, tras haberlo intentado en varias ocasiones sin éxito, decidieron cambiar de clínica e iniciar un nuevo tratamiento revolucionario. El hospital Génesis, que es como se llama el centro, desarrolla un procedimiento testado en EE UU y basado en tres pasos con la intención de conseguir el mayor número de embriones compatibles con el pequeño Javier y reducir el margen de error. Esto amplió las esperanzas de la familia.
En un primer momento, se extrajeron los primeros óvulos y el semen paterno. El objetivo era ajustar un patrón de búsqueda a la hora de encontrar un embrión compatible. La segunda visita tuvo lugar en enero. En principio, tan sólo tendría que haber acudido la madre, pero finalmente fueron el padre y el hijo. El proceso volvió a repetirse. Ahora, previsiblemente, tocaría la implantación de los embriones compatibles. Sin embargo, Natalia explicó que «tendremos que estar allí casi dos semanas y nos dirán qué hacer».
La familia está esperanzada, aunque prefieren no lanzar las campanas al vuelo hasta conocer cómo avanza la investigación. David Vázquez ya había anunciado que ésta sería la última vez que pasarían por un proceso de estas características. Una de las causas de esta decisión es, sobre todo, la dureza de los tratamientos y su efecto sobre la madre.
También les abre una puerta a la esperanza hechos como el ocurrido a mediados de mes en el que una pareja granadina consiguió dar a luz un «bebé medicamento» que salvará la vida de su hermano. Obraztsova explicó que «el caso es muy distinto, ya que ella tiene 27 años. Cuando te vas haciendo mayor, descienden las oportunidades de quedarte embarazada y eso va en contra nuestra». A pesar de ello, Natalia se mostró alegrada por la pareja «porque su niño estaba muy enfermo y lo necesitaban mucho». El pequeño de la familia andaluza estaba afectado por una afectado de aplasia medular severa.
Mientras David y Natalia siguen con su intento de fecundar un «bebé medicamento», la sociedad asturiana, y sobre todo la mierense, han seguido volcándose con ellos para apoyarles en la intervención. La última de estas muestras de respaldo tuvo lugar el pasado día 17 en el teatro Filarmónica de Oviedo. La asociación de pensionistas de Ujo, en colaboración con el colectivo El Llar de Ujo, organizaron la gala benéfica «Una esperanza para Javier». El certamen, que cuenta con la participación altruista de un sinfín de artistas, se ha representado ya por distintos puntos de la región asturiana. También se han realizado partidos de fútbol solidarios y otras iniciativas, como la de los hosteleros de Pravia durante «El Xiringüelu».
